Ayer fui al cine, más específicamente a Cinemex. Entré, después de unos minutos empezaron los larguísimos comerciales, luego los cortos de las películas a estrenar, y de repente, ¡ZAZ! un spot de Felipe Calderón, ¡no manchen! Hasta en el cine me lo tengo que "chutar", medio mascar y tragar, aaggghhhh.
O sea, ¿vivimos en el mismo país? O él está en su imaginario, porque lo que vivo día con día no checa con lo que él ofrece en su papel de conductor de programa, que más bien parece, como lo refiere el buen crítico Álvaro Cueva en su columna de hoy en "Milenio" este señor parece edecán de supermercado anunciando Palacio Nacional.
Muy sonriente, optimista, mostrándonos, creo yo, la cara oculta de la Luna, porque ¿de qué México habla?
¿Por qué se nos ofrecen spots para su cuarto informe de gobierno? Hartan, ya los alucino desde hace mucho, estoy hasta la madre de los spots políticos. ¿Es lavado de cerebro? No va a funcionar, no, el terrorismo que vivimos, la carestía, los campos de cultivo abandonados, el que dependamos de las exportaciones, el que la educación parezca terreno de nadie, y más situaciones de inconformismo social que tenemos no podrán ser borrados de un tris con estos spots que no son realistas.
Y... bueno... luego empezó la cinta mexicana de Jorge Fons "El atentado". Una historia que recrea en la época de Porfirio Díaz algo muy actual: el mantenerse en el poder por sobre quien sea, el descontento social, la traición, los homicidios, la riqueza mal repartida, la prensa vendida con historias manipuladas... dentro del marco de la celebración de la independencia mexicana. Es una gran historia, con una fotografía medio acartonada pero estratégicamente empleada, perfectamente ambientada en la época, excelente guión y una dirección impecable. Los actores cumplen y bien.
Fue hilarante escuchar en una de las escenas una breve canción ireverente que nos arrancó las carcajadas a todos: "Qué chingue a su madre el presidente..."
Y más con las palabras que cierran el telón: "Haiga sido como haiga sido"
Una gran película que va a durar nada en el cine, ya lo verán, si pueden ir a verla o conseguirla, no se arrepentirán.
Claro, que si van a Cinemex, antes se tendrán que chutar el spot de Fecal, sobre aviso no hay engaño.
1 comentario:
¡Que horrible! Seguro que con ese spot dan ganas de salirse del cine e ir a comprar la peli al puesto callejero más cercano con tal de no verle la cara al tipo ese (¡en pantalla grande, para rematar!) y escuchar sobre el lugar fantástico del cual es presidente.
Aun así, voy a checar la movie, total, cuando salga el Fecal aprovecho para ir al baño, ¡ja! Saludotes.
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