¿Mito?

"Cuando el río suena, es porque agua lleva" Eso dice conocido refrán. Se desató la semana pasada una euforia por el famoso albondigazo con veneno para acabar con perros. Abundan, cierto, y me he percatado más de ello desde que tengo a Rex. Hay mucho callejero, pero por supuesto que es culpa completa del ser humano. Cuando llega un cachorrito a casa es felicidad, son tan bonitos, tan indefensos, tan curiosos... y si no estás preparado para ellos te cansan, te abruman, te aburren, es mucho trabajo, de sobra lo sé (yo he tenido un pequinés, un maltés, un pastor alemán, un doberman y de nuevo otro pastor alemán). Requieren atención, esfuerzo, paciencia, dinero y mucho afecto. Y si no se ha tomado en cuenta todo eso, son perritos que terminan abandonados a su propia suerte en esta ciudad monstruo.
Cacas por todas partes... ¿es motivo para asesinar? Porque quien puede acabar con la vida de otro ser sin pena, es capaz de más maldades.
Faltan propietarios responsables, ¿cuántos levantan lo que hacen sus amiguitos caninos? Pocos, demasiado pocos, pero por supuesto que va junto con pegado a la dejadez que parece congénita a las personas.
Un perro no merece morir por ese hecho. Habría que cachar a los irresponsables y llenarles de caca la entrada de su casa... a ver qué cara ponen al salir a la calle, ja ja ja ja ja. Suena bonito, pero tampoco es solución.
Vaya país de maleducados. No nos queda más que cuidar a nuestros fieles amigos.
Yo seguiré siendo dueña responsable pese a que poseo motivos que me desalientan a seguirlo siendo.