De todo

Hablar o escribir es comunicación y aunque pocos me lean, de catarsis me sirve.

miércoles, 11 de agosto de 2010

ZAZ


Sí, zaz, así de repente, algo sobresale apenas a la superficie y me doy cuenta que quiero enterrar lo que no puede ser enterrado. Con sólo rascar un poquito emergen los recuerdos y me doy de nuevo cuenta que no he perdonado a quien debo, ¿debo? Yo sé que sí, pero esos recuerdos laceran, nada fue mi culpa, ahora lo sé, pero en esos momentos de años primeros pensaba que era por causa mía, que algo había hecho mal o que así eran las cosas. Trueque asqueroso, que quizá debí explotar más, o mejor explotar yo y no permitir, pero el hubiera no existe, porque si mi abuelita no se hubiera muerto, todavía viviría. Sin embargo ahora me atrevo a decir no, un no porque no puedo o un no porque no quiero, porque ese derecho tan elemental deberíamos ejercer más atinadamente. Porque sin afán egocéntrico debo pensar en mí, en la medida de mi bienestar es que se da de manera proporcionalemnte directa el bienestar de los que me acompañan en este camino vivencial.
Es por ello, sin ahondar en los truculentos detalles, que soy una sobreviviente, que aun con esas piedritas a cuestas, puedo continuar.

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