De todo
Hablar o escribir es comunicación y aunque pocos me lean, de catarsis me sirve.
lunes, 4 de octubre de 2010
Mucho más peque
¿Qué edad tendría yo? Ni idea, no lo sé. Ni siquiera me acuerdo, esta anécdota me la han platicado y he visto fotos. Tal vez eran de un añito.
La imagen que viene a mi memoria es de una fotografía. Yo estaba en una andadera volteando hacia la cámara y detrás de mí, mi papá sentado en un sillón. Yo tenía en las manos a Topo Gigio. Dice mi mamá que dicho ratoncito me encantaba, no lo dudo. Y este muñequito llegó a mis manos a la fuerza. Sí, a la fuerza. Estando con mi papá y mamá en el centro de la ciudad, pasamos por delante de un aparador, a mi pá se le ocurrió mostrarme un Topo Gigio y ¡por nada me quería ir de ahí! Yo quería a Yiyo, ¡Yiyo, Yiyo, Yiyo! Afortunadamente el corazón de pollo de papá y su amor por su primogénita, y que la cartera lo permitió, me llevé a Gigio conmigo.
¿Qué fue de Gigio? No lo sé, así como muchos otros juguetes que tuve, los guardo en mi memoria donde tienen un lugar especial.
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