Por este primer destape de hace algunos años a la gran periodista Carmen Aristégui le costó el empleo, se levantaron ámpulas y fueron defendidos una bola de imbéciles indefendibles. Ahora hasta el vaticano reconoce (después de un buen de años)que Marcial Maciel es un pederasta, uuuffff, me imaginó que les costó, ellos tan perfectos... La misma Carmen ya había tenido esta nota hace semanas, hoy la encuentro en un noticiario digital, lo dejo, para que igual se asqueen los que tengan esa capacidad. Para la iglesia católica y franquicias, las mujeres somos seres de segunda categoría, ¿es que aún no se han dado cuenta? Vaya, para muestra: Las consagradas, qué vida de horror, de cárcel, bbbrrrrrr, escalofriante, aberrante y abominable.
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