Una película para fanáticos. Para aquellos que hemos seguido muy de cerca este mundo mágico creado por Rowling. Una película que remata la serie y que si no estás inmerso en la trama te dejará probablemente con un sabor a duda, sin entender qué es lo que estás viendo, sin saber por qué.
Ya no te cuentan quién es quién, aquí los personajes ya están perfilados y la historia casi contada.
El inicio es excelente. Los actores han crecido mucho y logran recrear a sus personajes con total credibilidad.
Es la película más intensa que he visto de Harry Potter, la más fiel al libro, en lo que cabe, en su adaptación cinematográfica. Yo no le vi paja, cosa que sí lo hice en el libro.
Quizá la escena en Godric´s Hollow fue un tanto superficial, yo quería más, porque es el lugar donde nació Harry y donde murieron sus padres, donde también vivió la familia Dumbledore y donde pasó su adolescencia.
Me hubiera gustado que mostraran un poco más de la historia de Albus Dumbledore revelada por Rita Skeeter, pero regreso a lo mencionado en el primer párrafo, es una peli para fanáticos, para quienes ya leímos el libro y conocemos todo al detalle.
Reí, lloré, me emocioné, sentí mariposas en el estómago cuando llegué al cine y me encanta que algo así me provoque y me mueva.
Es la mejor película de todas de esta serie. ¿Dos partes? Está bien, así podremos disfrutar más de cerca esta historia que llega a su final. Mi hijo creció con ella ¡Diez años desde La Piedra Filosofal!
No me defraudó, la gocé, tanto, que las 2 horas con 35 minutos se me hicieron nada. Por supuesto que iré a verla por lo menos otras dos veces más.
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