Ayer estabas, apenas ayer... pero siento que fue hace tanto que te fuiste.
¿Resignación? No, porque me duele, porque el duelo dura, porque nos sigues haciendo falta y porque siguen habiendo tantas preguntas que quisiera hacerte y enseñarte otras muchas cosas que he aprendido.
Me empujaste a liberar mi mente y a no quedarme en masa, me ayudaste a pensar e ir más allá de lo evidente.
Me enseñaste mis pininos en inglés, las canciones de The Beatles, a tener oído musical y a saber cómo enseñar a cantar.
Conocí la ópera y a Di Stéfano, "Una furtiva lágrima" me saca miles de furtivas.
Me enseñaste a desmenuzar lo comercial y a exigir más.
Recuerdo cuando me hiciste grabarte en un cassette "Si tú no vuelves" de Miguel Bosé, una de las poquísimas canciones que a ti te gustó de él, y te la grabé varias veces.
Arturo Meza... Inti Illimani... Alí Primera...
Me acuerdo de los "chupamaros" y me sigo carcajeando.
Recuerdo tu Yavelín y lo genial que fue verte en él afuera de mi secu para traernos a casa.
Cuando Marco y yo usamos tu crema de afeitar para hacer pastelitos y lanzarlos volando por la ventana, qué divertido fue.
Te tocó darnos la noticia más fuerte y terrible de mi niñez y no te amilanaste.
Muchos de mis "dieces" fueron a causa tuya.
Tú tenías todas las respuestas.
Despedirme de ti fue lo más duro que he tenido qué hacer. Sé que al final me perdonaste. Ese año mi coro ganador se presentó en Bellas Artes y tú ya no estuviste para verlo y fuiste parte de ese logro.
No estás, no me lees, pero necesito decirlo. Gracias. Para siempre tú serás "Tu tío"
2 comentarios:
Hola amiga¡
Recibe un fuerte abrazo
Gracias, amiga, no hay nada más reconfortante que un abrazo, va de regreso igual.
Publicar un comentario